Para nosotras, que los utilizamos de día y de noche en la ciudad y en la playa, los capazos son como los vaqueros. Si les das una oportunidad se adaptan a ti y son "tuyos", tienen tu forma y acumulan historias. Y luego no hay quien te lo quite...cuanto más usados, más bonitos.
Y porque nos gusta utilizarlos en Madrid, en el metro, corriendo por las calles, este año hicimos que se pudiesen cerrar con un cierre de saco que, si no quieres cerrarlo, no entorpece para nada, se queda pegadito a las paredes del capazo como un forro. Esto va dedicado a las madres que tienen que llevar extra de cubos y palas a la playa, jeje.
Después de esta declaración de amor a nuestros capazos (porque si tú no crees en lo que vendes, quién lo hará?) sólo os podemos recomendar que los probéis, los disfrutéis, os los llevéis de festival, de viaje de vuelta al mundo...o de cañas...o a tomar un helado con los niños...y nos mandéis fotos!!! ;)
Love love love love love....